audífono y pérdida auditiva

Audífonos: infórmese bien antes de elegir

Muchos de nosotros podemos sufrir una pérdida auditiva, para la cual el uso de un audífono puede ser una verdadera solución. Después de consultar con un otorrinolaringólogo, es importante dirigirse a un audiólogo competente para que le ayude a elegir el dispositivo más cómodo y más adecuado para su caso. Los ajustes de un audífono son delicados, por lo que se le recibirá tantas veces como sea necesario para que sean perfectos.

¿Por qué usar audífonos?

Llega un momento en que se perciben mal ciertos sonidos, en que se repiten los interlocutores, en que se tiene dificultad para comprender el sentido de lo que dicen. Escuchar mal no deja de tener consecuencias sobre nuestra vida social, familiar, profesional, con un riesgo mayor: el de aislarnos. A medida que avanzamos, podemos entender mejor nuestro entorno, comunicarnos mejor y recuperar la confianza en nosotros mismos.

El primer paso puede ser hablar con su médico de cabecera que le enviará a un otorrinolaringólogo que le hará dos exámenes:

  • el audiograma consiste en transmitirle, a través de un casco, pitidos sonoros a diferentes frecuencias para que indique cuando los oye; de ello resulta una curva que representa el nivel de pérdida auditiva de cada oído;
  • la audiometría vocal permite determinar el nivel de comprensión del lenguaje y la capacidad de discernir los sonidos.

Los resultados obtenidos permitirán a la otorrinolaringología establecer una receta que le permitirá equiparlo con audífonos. Hoy en día hay muchas marcas de audífonos para sordos.

¿Qué dispositivo se puede elegir?

Un audífono consiste en un micrófono, un microprocesador y un auricular: el primero capta los sonidos que se convierten en señales digitales, el segundo los analiza, los procesa, los amplifica y los devuelve a través del auricular.

Existen principalmente tres tipos de aparatos:

  • el intraauricular que se coloca en el conducto auditivo; muy discreto, se recomienda para los sobrealimentados ligeros y medios, pero no es adecuado para todos los conductos auditivos;
  • el contorno del oído consiste en una cáscara colocada detrás de la oreja, unida por un tubo a una boquilla colocada en el conducto auditivo; resistente, cómodo y fácil de manejar, es conveniente para todas las formas de pérdida auditiva;
  • el contorno con auricular remoto incluye también una cáscara detrás de la oreja conectada a una boquilla en la que se encuentra el auricular; más discreto que el contorno de oreja, ofrece un sonido de mejor calidad que el contorno del oído y es adecuado para todas las formas de pérdida auditiva.

En última instancia, la elección de uno u otro dispositivo dependerá de su pérdida auditiva y del presupuesto que pueda gastar en él.

¿Cómo elegir su audiólogo?

El papel del audiólogo es primordial: este profesional de la salud – también comerciante – le ayudará a elegir el modelo que le ofrecerá una comodidad óptima. Para ello, debe interrogarle sobre su estilo de vida, tomarse el tiempo de escucharle y presentarle las ventajas e inconvenientes de cada uno de los dispositivos auditivos.

A continuación viene la fase de los ajustes personalizados que requerirá varias sesiones: dependiendo de la sensación de su entorno sonoro en la vida cotidiana (los sonidos que usted oye mal, los que le atacan, etc.)

Durante el tiempo de adaptación el audiólogo afinará con usted los ajustes. Usted encontrará una comodidad real después de un lapso de tiempo variable (uno o dos meses) dependiendo de las personas y el modelo elegido. De ahí la importancia de no desanimarse, de llevar el aparato todo el día para acostumbrarse y en diferentes ambientes sonoros.

¿Cómo vivir en casa con audiófonos?

Existen varias soluciones para paliar las dificultades que encuentran en casa las personas con discapacidad auditiva: algunos teléfonos fijos y móviles están especialmente diseñados para ellas, los equipos permiten seguir las emisiones en la televisión sin molestar al entorno.

Hay audífonos con dos botones: uno para ajustar el volumen y otro para elegir un programa. Privilegia este tipo de dispositivo, ya que evita tener que comprar un mando a distancia. Además, cada vez más dispositivos pueden ser controlados por su smartphone, siempre que sean compatibles.

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