Desde que el ser humano nace, está expuesto a una gran cantidad de estímulos y de señales que poco a poco va procesando en su cerebro. Es durante los tres primeros años, cuando la gran flexibilidad del cerebro, permite a la persona, absorber con mayor eficacia, la gran cantidad de información que percibe a su alrededor. Una correcta estimulación sensorial durante estos primeros meses de vida, garantiza que se va a desarrollar las funciones cognitivas de una manera óptima, especialmente aquellas que tienen que ver con la atención, la comprensión y la memoria, esenciales durante los primeros años para garantizar un correcto crecimiento y funcionamiento del cerebro. Leer más
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